Era jueves, 14 de noviembre de 2013. Volvía de trabajar. Caminando por la Gran Vía en dirección a Alcalá. Empezaba a hacer frío, empezaba el otoño frío que tanto se ha resistido en llegar este año en casi toda España. Desde el Paseo del Rey el panorama de gente sin techo es desolador. Desde grandes grupos de gitanos rumanos, hasta esas personas que son ejemplo de una España rota por el estallido de la burbuja que ha servido, una vez más, para que la riqueza de unos pocos, sea la contrapartida de la ruina de tantos. Y en un punto del recorrido veo un pequeño tumulto en la acera. A mi izquierda, un hombre se acomoda entre cartones para pasar la noche fría que le espera. Sus cuatro pertenencias, algo de comida y agua... Avanzo hacia el tumulto un poco expectante. Paso habitualmente por esta calle a estas horas y nunca había visto semejante acumulación de gente... Llego a la altura y caigo en la cuenta del porqué: Es la tienda de Loewe. Y fuera, en un giro mental que me de...
García es un ciudadano muy perplejo ante la postmodernidad y la "garrulez". Es un tipo feliz (porque no cree en los conceptos enlatados de felicidad). Y está comprometido con todas las revoluciones del ser humano -interiores y exteriores-, para conseguir un mundo mejor... Se abrió este blog para evitar el diván del sicoanalista. De momento no le va mal.