Cada día nos levantamos con la posibilidad de hacerlo todo nuevo. Al igual que el Hacedor universal , somos dueños de nuestra vida, de nuestro destino, pero no nos lo creemos. O, tal vez, no nos lo queremos creer. ------------------------------------------------------------ Aprendí con mi padre, de manera natural, tal y como respiramos, el arte de hacer cada día algo nuevo, aunque pareciera siempre lo mismo. Hacer una masa, fermentarla cada día, con parte de la masa madre del día anterior -o sin ella-, era un ejercicio de creación que te colocaba en la posición de crear vida nueva, sin apenas ser consciente de ello en mi corta edad. En las madrugadas del tórrido verano, del templado otoño, del frío invierno o la incierta primavera, la masa cobraba vida nueva, a su ritmo, con su temperatura, su cadencia y su pausa. Nos acompañaban la radio, el sonido rítmico de la amasadora, el crepitar del horno, la incierta luz de la madrugada, la alborada, el ...
García es un ciudadano muy perplejo ante la postmodernidad y la "garrulez". Es un tipo feliz (porque no cree en los conceptos enlatados de felicidad). Y está comprometido con todas las revoluciones del ser humano -interiores y exteriores-, para conseguir un mundo mejor... Se abrió este blog para evitar el diván del sicoanalista. De momento no le va mal.