Entre el caso Filesa y la trama Gürtel se encierra la triste historia de la política contemporánea española. Mejor dicho, la triste historia de su reciente democracia, y de esa falsa joya malbaratada llamada “La Transición”. La historia de una democracia débil, falsa y corrupta.
La puesta en escena de esta falseada democracia ha sido tan brillante que nos tuvo vilmente engañados durante más de tres décadas. Veamos los ingredientes de la tragedia: Un dictador que muere en la cama tras 40 años de adocenar a su pueblo. Una estructura de poder heredera del mismo, que define el modelo a seguir. Un monarca adoctrinado en ese esquema de poder, e impuesto por el poder residual del dictador, cuando la lógica política habría sido retornar a la República que el propio dictador dijo venir a salvar en el bando militar del alzamiento... Añadamos algunos argumentos de peso: El recuerdo de un siglo XIX sangriento de guerras civiles (todas las carlistas), que culmino en la orgía sangrienta que supuso la del siglo XX. El miedo a una nueva cuartelada y una nueva guerra. Explicar insistentemente -de modo falaz e interesado-, que esto sólo se contrarrestaba con un régimen estable: la monarquía parlamentaria.
Con esos ingredientes se fabrica la tragedia que ahora se ha convertido en pesadilla. El poder económico que realmente maneja al poder político, diseña una hoja de ruta impecable para sus fines: Una Constitución aparentemente progresista, pero prácticamente petrificada desde su nacimiento. Una constitución diseñada para el bipartidismo y los nacionalismos “históricos” (menudo nombre ofensivo para la inteligencia media), por mor de un sistema electoral que es, seguramente, el menos democrático de todos los posibles que había para elegir. Con ello el poder económico se aseguró, de facto, el control de todo el poder político, y las recién nacidas instituciones de la democracia.
La operación de control fue redonda. Entre la Ley de Reforma Política del 76 y la Constitución del 78 se fraguó esta gigantesca estafa política a todo un pueblo. Se nos explicó, entre el poder mediático y el académico, como una brillante operación política que por primera vez traía a España la democracia sin derramamiento de sangre. Fuimos tan crédulos, tantos millones de españoles que éramos adolescentes en aquella Transición, que han tenido que pasar casi cuarenta años, y vernos sumidos en un pozo oscuro de corrupción e inmundicia incalificables, para entender que todo fue una horrenda mascarada, diseñada por el poder económico, para que todo siguiera en sus manos por más que cambiara la apariencia política.
Y toda esta tragedia con forma de opereta no es casual, ni irresoluble. El reparto de poder entre dos grandes partidos estatales y dos grandes partidos nacionalistas, ha permitido un reparto de la corrupción inmoral e indecente, de manera organizada y consentida, hasta el límite del hedor insoportable que padecemos hoy. Cualquier democracia avanzada –y real-, resuelve esto refundando al Estado (Francia, Italia o Alemania son ejemplo de ello)
Sin embargo las tragaderas infinitas demostradas por el pueblo español, y el indecente poder mediático de las élites políticas para manipular la realidad constantemente, dejan poca esperanza para cambiar realmente la situación. Esta tragedia tiene responsables, tiene nombres, tiene siglas de partidos clásicos que van a volver a pedirnos el voto dentro de 2 ó 3 años.
Este sistema político injusto y corrupto tiene dos grandes culpables: se llaman PP y PSOE; y estos dos grandes culpables tienen dos grandes cooperadores necesarios que se llaman CiU y PNV.
Seguramente la esperanza del pueblo español, la esperanza de volver a ser ciudadanos y no mercancía de cambio, pasa NECESARIAMENTE por no votar a estos 4 partidos en las próximas elecciones que haya.
Recuerda ciudadano, apuntalo en un posit si tu memoria es corta y pégalo en tu nevera -y en tu baño, en tu cama, en tu coche, en tu móvil, en tu pantalla del ordenador..., en todos los sitios que se te ocurra, incluido tu cerebro-
Es muy importante, es imprescindible, en absolutamente necesario, es vital para ti, para tus hijos y para tus nietos que EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES NO VOTES AL PP, AL PSOE, A CiU, NI AL PNV. VOTA A QUIEN QUIERAS, PERO NO A LOS PARTIDOS QUE TIENEN SECUESTRADA LA DEMOCRACIA, REPARTIDO EL PODER MEDIANTE UN SISTEMA ELECTORAL ESENCIALMENTE INJUSTO E INSTAURADA LA CORRUPCIÓN COMO NORMA DE FUNCIONAMIENTO.
Este es sólo el primer paso de una larga caminata de regeneración política y social. Pero sin este primer paso, la regeneración no será posible. No lo olvides ciudadano. Te va la vida en ello.
Vota, pero no a ellos, no a los que te han robado hasta la esperanza.
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