Reconozcámoslo,
Mariano es mucho más listo de lo que algunos creían.
No
paran de darle estopa desde las elecciones catalanas. La realidad es que ese
vapuleo era continuidad del de las municipales y autonómicas de mayo. Ah,
bueno, y de las andaluzas… Pobre Mariano.
¿Y las europeas? –como él mismo
preguntaría-. Ah, copón, claro que sí Criaturita, que te vienen dando cera
desde las europeas del año pasado. Y todos se creen que eres un rancio, que
estás anticuado, que sólo lees “El Marca”, que el último texto legal que leíste
fue al Código Civil -el previo a las reformas de Paco Ordóñez-, cuando te
preparabas la oposición a “registros” -como decís los de tu clase-… Vamos, que
todo esto ya te supera.
Pero
ahí sigues tú, inasequible al desaliento.
La
gente mal pensada cree que deberías estar jubilado, en el casino (o casinet) de
tu pueblo, con tu lengua de lado sosteniendo un puro babeado (porque seguro que
allí se podrá seguir fumando), y cerrando la partida con el “pito doble”,
sonriendo y guiñando un ojo a tu compañero de chamelo…
Pero
la realidad es que eres nuestro Presidente.
Un
honor tan grande que tú te sigues mirando al espejo cada mañana sin saber qué
haces ahí, ocupándolo. Reconoce que a veces has escuchado esa voz cualquiera que
te dice Presidente, y has mirado para
atrás con una mezcla de miedo y sorpresa, pensando -a la vez-, que eres un
impostor; y regodeándote, malévolo, en saber que sí, que eres tú, pese a la
inutilidad, que, tú mismo, te reconoces en lo más íntimo.
Seguramente
nadie vaya nunca a glosar con justicia tu vida política e intelectual. Ni Marhuenda
podrá, sencillamente, porque será metafísicamente imposible.
Porque
hay que tener mucho valor, muchas agallas y mucho cuajo para decir –frente a
millones de personas-, que un plato es un
plato, y un vaso es un vaso; que tu primo el biólogo te dijo que esto del
cambio climático es una tontería de ecologistas radicales; que España es un
país lleno de españoles; que lo que salía del Prestige eran unos hilillos como de
plastilina; que todas las acusaciones vertidas sobre el Partido Popular por los
papeles de Bárcenas eran falsas, salvo alguna cosa…
Voy
a parar de glosarte porque me estoy emocionando.
Nadie
piensa en lo duro que es montar en bici representando a Pancho (el de “Verano
azul”), flanqueado por Desi y Bea para ganar unos votillos. O caminar unos
metritos del Camino de Santiago con Merkel enseñando las patillas flacas y un horroroso
pantalón corto de “jubileta”. O
sobrevivir a un accidente de helicóptero con Espe de compañera. Esto último sí
que es gordo, y lo reconozco sin tonito, pero también sin pena; son gajes del
oficio de políticos profesionales (esos que no deberían existir, porque la verdadera
política debería ser ciudadana y temporal). Y en este país, para subir a un
helicóptero tienes que ser miembro de los cuerpos de seguridad o de salvamento,
o político profesional. En el caso de los primeros se justifica plenamente, en
el otro, yo creo que no mucho.
El
caso es que, ilesos, creo que, cual Sigfrido, os habéis creído ungidos de una
protección divina que os ha traído hasta donde estamos. El horroroso presente
de España. Vosotros profundamente antagónicos y, en medio de vuestra pelea,
nuestra desgracia: Tener que aguantaros.
Pero
de Espe ya hablaré otro día. Hoy eres tú el único objeto de mi amor.
Mariano
yo te comprendo. Tú eres un “hombre de bien”, “de los de toda la vida”, “de
buena familia”, “de gente de orden”. De los que cree que enchufar amiguetes
aquí y allá, no es caciquismo sino amistad y confianza; de esa fidelidad que la
“gente de orden” se debe profesar como estado natural de las cosas. De los que
cree que hay que hacer las cosas como
Dios manda, porque la declaración constitucional de Estado laico te parece
una bobería, una concesión a los “rojeras” de la Transición, a pesar de la
ferviente defensa que sueles hacer de esa Constitución ajada. Un hombre de los
de doble moral burguesa de abolengo, pero cuya inocencia e ingenuidad es comparable
con esos bebés que tapándose la cara creen que nadie los ve…
Mariano
eres el perfecto ”rey desnudo”. Y no debe ser fácil serlo. Sobre todo porque
luces un dudoso cuerpo escombro, cuando es puesto en la dura tesitura de
compararlo con la tableta abdominal de ese padre de la patria llamado Jose Mari
Aznar. Y encima lo tienes en tu propio partido…
Mariano
Naniano… Que duro se te está haciendo todo esto. Lo intuyo. Casi lo sé.
Por
eso, y porque te intuyo puro e ingenuo cual niño, te he visto en la soledad de
tu perplejidad. Mientras te retocabas las canas de la barba. Te decías a ti
mismo esa competencia es mía, y sólo mía,
si yo digo el 24 que sea el 24. También intuyo al lado oscuro del partido
contradiciéndote Presidente el 24 es Nochebuena…
Todos tenían la convicción de que el 13 era el día apropiado, y tu quisiste
romper un molde yéndote a un día que, ni siquiera es domingo.
Incomprendido
genio…
Supongo
que ni las invectivas ni maldiciones de Soraya, de Espe, de SuperAznar sirvieron
para doblegar ese aguerrido espíritu de plasma, casi ectoplasma, que tan buen resultado
te ha dado toda la legislatura y aquí estamos. Todos expectantes.
Y ya
lo puedo desvelar. Porque creo que haber cedido con pasarlas al 20, oculta tu
as en la manga…, tu “tapado”. Sí, casi nadie lo entenderá lo sé. No te extrañe,
es la naturaleza obtusa de la plebe, que aún andamos intentando comprender lo
de que el aeropuerto de Castellón era un aeropuerto para las personas (Fabra -abuelito
dueño de aeropuertos encarcelado-, dixit).
La plebe somos más dados a entender lo que dijo su hija: que se jodan…
Mariano,
por más que nos quieras engañar con lo de Núñez Feijoo, sabemos que es una
maniobra de distracción. Sabemos que la realidad es que Papá Noel va a ser el
número uno de tu lista.
Por
fin unas Navidades serias, y como Dios manda.
No
vamos a caber en gozo de celebraciones…
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