Yo, que acabo de venir de un pase privado para coproductores vengo ilusionado y encantado por haber pasado un buen rato fabulando con mi propia historia, la de mi país, la del poder que me manda..., y por haber contribuido modestamente a su realización, voy a contar unas cuantas:
Porque es una película esencial -de esencia-, que nos recuerda los orígenes del medio. La humildad de una cámara, una luz, un buen guión y unos buenos actores. El cine, para hacer buen cine, nunca necesitó de nada más. Y esta película, que se basa en esa sencillez narrativa e interpretativa, lo demuestra claramente.
Porque la historia que narra (más allá de ideologías, creencias y radicalismos de cualquier pelaje), forma parte de la Historia contemporánea de España. Ese gran país, lleno de razones para amarlo -sin llevar una banderita en permanente exhibición-, como son todas las personas valientes empeñadas en llevar luz y taquígrafos adonde nunca llegaron. Y si crees que no es verdad lo que ves, o no te gusta la forma de contarlo, o qué se yo que te desagrade..., habrás tenido la ocasión de intentar comprender un punto de vista diferente al tuyo.
Porque, aun dentro del sentido claramente crítico del texto, la narración rezuma humanidad y ternura en los momentos más duros del relato.
Porque todos los actores están grandiosos.
Porque esta hecha con el dinero de más de 800 humildes coproductores y un teatro que es cooperativa artística, cultural, política y revolucionaria.
Porque mezcla con gran maestría la tragedia, el humor, la emoción, el surrealismo, el miedo, el absurdo con todo el peso de la Historia, sin que nada pierda, ni la verdad ni la ficción.
Porque hay una escena genial, algo surrealista y con aire cómico, que es el supuesto diálogo de un "Tejero" queriendo saber que pasó el 23 F, y un "Rodolfo Martín Villa" que lo explica pero no pero sí, pero...
Porque aparece un "Rodolfo Martín Villa" de dimensiones colosales como símbolo de todo lo que la "Transición" fue, y no fue. Especialmente cuando una piensa que, estando ya muerto el Dictador, y siendo Ministro de Interior (tal vez aun se llamara Gobernación), este hombre fue el responsable de que una manifestación obrera en Vitoria, costara 5 muertos a manos de la policía que él mandaba, sin que dimitiera, lo cesaran, o el país hiciera otra cosa al día siguiente, que levantarse para ir a trabajar.
Porque Franco, dialogando con el padre del rey que nunca fue rey, es otra escena de todo punto genial.
Id a verla. No os arrepentiréis.
A partir del día 5 en los cines.
Imagino que también habrá escenas de sexo, tratándose del emérito, sin ellas, no estaría completa.
ResponderEliminarJajajaja. Es un sexo muy sutil. Más oral que real.
ResponderEliminarAunque no desvelo más que el sexo siempre atrae taquilla...